LA EDUCACIÓN Y SU RELACIÓN CON EL INTERNET DE LAS COSAS

Debido a la revolución digital generada en los últimos diez años, es difícil imaginar un futuro en el que la tecnología no ejerza un papel fundamental en medio de la cotidianidad humana; sensores interconectados que responden a estímulos, aplicaciones programadas para el desarrollo de actividades y una amplia gama de elementos que articulados facilitan las labores de las personas. Todo esto hace parte del concepto conocido mundialmente en 1999 como ‘Internet de las cosas’ (IoT: internet of things) cabe aclarar que, de acuerdo a las cifras expuestas por el Banco Mundial, Colombia en el año 2000 llevaba solamente un porcentaje del 2,208 % que correspondía a la población con acceso a internet, este valor se incrementó para el 2019 alcanzando 65,007%.

Ahora bien, este breve artículo abarcará el fenómeno mencionado anteriormente, pero para ser más concretos y poder dar un panorama claro se va enfatizar en el entorno educativo; teniendo presente las alteraciones producidas en la actualidad, no solo por la emergencia sanitaria, sino también por los procesos tecnológicos que se han venido implementado. El texto se dividirá en dos partes; la primera abordará el concepto desde la visión del creador y de autores actuales, posteriormente, se reflexionará en las transformaciones ocurridas en el entorno educativo.

Inicialmente es de reconocer que el concepto objeto de estudio fue planteado por Kevin Ashton en una conferencia; Ashton hacía referencia al sistema que permitía la conexión de distintos elementos por medio de sensores, tipificado cada uno en el sistema de radiofrecuencia (RFID). Más tarde la ITU (International Telecommunications Union) publica un estudio en relación al tema, a partir de ese momento el término ‘IoT’ adquiere un auge de talla mundial. Dentro del estudio la ITU añadió: ‘Vamos a tener conectividad para cualquier cosa. Las conexiones se multiplican y crearán una nueva red dinámica de redes con redes, una Internet de las Cosas’ (Paniagua, 2012) . Hoy por factores como análisis, contexto e innovación, el término internet de las cosas comprende un significado más amplio.

Un grupo de colaboradores de la Universidad Manuela Beltrán lo catalogan como una amplia red de información basada en elementos electrónicos con reconocimiento de su entorno propio y de su inteligencia; el cual busca facilitar tareas desde esferas cotidianas hasta industriales creando confort y simpleza en los procesos (2018).

Entendiendo las anteriores afirmaciones y los procesos que surgen con el IoT, se da paso a una sociedad en la que el conocimiento se puede adquirir de diversas formas. Es acá donde la educación es analizada con respecto al tema principal, hoy en día la noción de estudiar no orienta a un lugar geográfico específico; con el avance de la tecnología y la implementación de las TICs en el entorno educativo los procesos de aprendizajes se pueden hacer bajo modalidades como virtual y
distancia; transformando el paradigma mono direccional por uno dinámico, a esto se le suma la motivación del estudiante frente a la adquisición de conocimientos y destrezas; es decir, en la actualidad se desliga en una medida la responsabilidad del docente y se reduce su labor, ejerciendo únicamente el rol de guía. 

Las plataformas con sistema LMS han enriquecido estos espacios administrando la información del cuerpo docente y del alumnado, permitiendo de la misma forma el seguimiento y registro de las acciones del estudiante; alimentándose en este punto de cada uno de los elementos tecnológicos que están sujetos a conexión de red (computadores, celulares, relojes, cámaras…) Esto implica para el cuerpo docente una labor dispendiosa ya que tienen que buscar softwares, aplicaciones, herramientas, sitios web y otros escenarios que proporcionen un aprendizaje lúdico, que garantice al estudiante el cumplimiento de las competencias establecidas para cada asignatura.

Es importante reconocer que la adaptación de estos modelos de aprendizaje y de estas prácticas educativas exige un compromiso por parte del estudiante con el fin de darle el uso correcto ya que ‘el despliegue generalizado de internet de las cosas tanto a nivel nacional como internacional debe ir de la mano de políticas claras sobre el manejo de la información y de la seguridad de la misma’ brindando confianza en la red y facilidades de uso (Autores, 2018)

 

Para concluir, los retos que propone esta actualidad permea a los docentes como impulsadores o motivadores del proceso de aprendizaje y a los estudiantes como gestores de autonomía educativa, transformando los contenidos y recursos de las plataformas LMS en experiencias que potencien sus conocimientos, habilidades, rasgos y competencias. En palabras concretas, los modelos tradicionales imponían de forma indirecta una jerarquización en la que proceso de comunicación tenía un sentido vertical, el docente era el promotor de la construcción de objetivos y aspiraciones, ahora, es responsable el alumno de crear un modelo propio, eficaz y eficiente adaptado a las situaciones y necesidades que enfrenta, a la gestión del tiempo y a su visión como profesional a futuro.

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