¿QUÉ PUEDE HACER EL GOBIERNO? GESTIÓN DE TIEMPO LIBRE EN LOS LINEAMIENTOS PÚBLICOS PARA COMBATIR EL TRABAJO INFANTIL

El tiempo libre, es definido por Gómez (2015) como el lapso que no es empleado en trabajar o en realizar alguna labor asignada o autoimpuesta. Así, dentro del tiempo libre se puede incluir el concepto del ocio. El ocio, como explica Trilla (1993), es una actividad que parte de la autonomía del individuo, la cual le genera placer en su realización y por lo tanto ofrece un regocijo personal.

Sin embargo, se entiende, que no toda actividad realizada en tiempo libre está directamente relacionada con el disfrute, aun cuando esta sea autoimpuesta (Trilla, 1993). Un ejemplo de lo anterior sería la realización de las actividades asociadas al aseo del hogar, que aun cuando parten de la autonomía del individuo y son realizadas en su tiempo libre, estas no generan un grado de satisfacción al momento de ejecutarlas en la mayoría de las personas.

Dumazedier (1971) propone que el ocio es “un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales, para descansar, divertirse o desarrollar su formación” (p.20). De esta forma el autor categoriza en el ocio a aquellas actividades que generen placer, están fuera de los compromisos diarios y se encuentran articuladas con la autoridad y soberanía en la elección del tiempo.

Sin embargo, Foucault (1975) expone que el individuo no es libre para generar un control sobre las activadas a realizar en el tiempo libre, sino que la sociedad y el Estado ejercen un poder preponderante en la influencia y elección de las actividades a realizar en el tiempo libre por parte de los ciudadanos, especialmente en los niños, niñas y adolescentes-NNA.

Lo anterior, se evidencia, en que sociedad y el Estado, generan una normalización sobre cuáles son las actividades de tiempo libre asociadas como aceptable según las etapas de desarrollo del individuo (Foucault, 1975). La sociedad lo genera por medio de la formación y el Estado por medio de las políticas públicas, las cuales priorizan y fomentan la realización de actividades particulares.

Así, el Estado puede ejercer control sobre la vida de las personas, por medio de la creación de tendencias de comportamiento de acuerdo con lo esperado por un modelo prestablecido de ciudadano, así como acorde con una calidad de tiempo fijada como adecuada para el disfrute. 

Asimismo, el Estado no solo genera políticas públicas, sino que además, es el responsable de
garantizar que los ciudadanos, incluidos los NNA, tengas acceso al tiempo libre y al ocio. Así el disfrute del tiempo libre es un derecho aceptado por la sociedad, tanto para la población adulta como para los NNA, evidenciado en la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU (1948) en su artículo 24, el cual dispone “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas” (p.1), del mismo modo, el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño generada por UNICEF (1989) establece: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes” (p.1).

Es así como los Estados en sus políticas públicas deben incluir estrategias de aprovechamiento del tiempo libre, con el fin de generar una formación del individuo integral, a la vez que combate problemáticas, como el trabajo infantil, el pandillismo y la drogadicción. En la siguiente tabla, se presentan estrategias que pueden ser usadas por los gobiernos a nivel municipal, departamental o nacional, y que incluyen espacios, actividades y herramientas para el aprovechamiento del tiempo libre, desde los diferentes enfoques educativos, culturales, deportivos y transversales.

– Implementación de la jornada única o complementaria (extendida).
– Escuelas de formación deportiva y artística en instalaciones educativas públicas.
– Fomento de la lectura y escritura recreativa.
– Mayor número de instituciones educativas que ofrecen cobertura técnica en apoyo con el SENA.
– Juegos intercolegiados.
– Enfoque en el plan de vida de los estudiantes.
– Instituciones educativas que fomentan el emprendimiento.

– Ampliación de la oferta cultural en zonas rurales.
– Fomentar la vinculación a las escuelas de formación artística.
– Incrementar la dotación a la red de bibliotecas.
– Uso de ludotecas móviles en zonas apartadas.
– Realce de la cultura municipal.

– Descentralización de actividades deportivas establecidas.
– Mejoramiento de escenarios deportivos.
– Apoyo a clubes deportivos que ayuden a descentralizar la oferta ofrecida, extendiéndose a las zonas rurales.
– Promoción del deporte y la vida sana.

– Apoyo a iniciativas de emprendimiento en los jóvenes.
– Espacios de juventudes y niñez, participación en el consejos por parte de los NNA.
– Acompañamiento de los padres en actividades extracurriculares.

Fuente: Elaboración propia con base en Gómez (2015).

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