MEGA, MÁS QUE UNA UTOPÍA EMPRESARIAL

En el mundo de la planeación estratégica es importante intentar descifrar el futuro, más cuando se es dueño o líder en un emprendimiento o negocio. Analizar los factores externos y su influencia en cualquiera de los contextos empresariales, determinando el grado de impacto que generan las tendencias para de esta forma, reconocer las necesidades de la corporación, organización, empresa, sociedad…  etc. Es claro que los usuarios, consumidores o clientes cada día exigen más del mercado; cambios, transformaciones, lanzamientos y otras alternativas comerciales no les satisface durante un tiempo prolongado, es por ello que las empresas deben comprometerse con el público para optimizar en excelencia sus productos y servicios. En este artículo se buscará explicar un elemento que para algunas organizaciones pasa por irrelevante, pero que sin lugar a dudas encierra una proyección deseada; este es conocido dentro de la planeación estratégica como MEGA, aquí se establecerá la definición basada en la bibliografía disponible y adicional a ello, se expondrán algunos inconvenientes que presentan las organizaciones actuales, las condiciones y componentes que exige la mega y, para cerrar, la importancia de articular al personal en pro del objetivo. 

El término establecido como MEGA se refiere a Meta Ganadora y Audaz; hace parte de uno de los elementos de la filosofía organizacional junto con la misión, la visión y los valores corporativos. La visión y la MEGA pueden ser términos con referencias similares, sin embargo, la visión compone un objetivo que se espera lograr en un futuro mientras que la MEGA hace referencia a un escenario ideal, el mayor logro que se puede alcanzar, superando incluso los objetivos planeados en otras estrategias o planes de desarrollo y, aunque es ambiciosa, encuentra factores que pueden generar resultados trascendentales para su cumplimiento.

Desafortunadamente, en la actualidad la planeación estratégica y la filosofía organizacional no se desarrollan de la manera correcta por tres aspectos: primero, la planeación solo está orientada a elevar la productividad o rentabilidad de la compañía y los intereses que tiene la misma; es como un ejercicio narcisista que impide ver la relevancia de los contextos que rodean y que interfieren en la organización. Segundo, los colaboradores no tienen claridad frente al plan de mejora y desconocen complemente su rol en él; este punto genera alta preocupación ya que el ideal de todo mecanismo o método de mejora debe vincular el concepto de Sociedad de Valor Agregado; estimando el grado de influencia o impacto que generan cada uno de los participantes de la empresa. Por último, encierra únicamente lo conceptual y teórico, siendo este expuesto año tras año sin generar ningún tipo de actividad que garantice tal propósito (Gerson, 2019) .

Para crear la MEGA como un proceso proactivo que imponga liderazgo en ejecución y gestión de seguimiento se han determinado métodos o mecanismos que permiten a los participantes o colaboradores articularse en torno a la mega planeación y a su vez, cumplir con una serie de condiciones para finalmente tener un plan coherente con los puntos fuertes y los sectores de mejora de la compañía; allí también se resaltan los impactos que generan las operaciones actuales prediciendo de acuerdo al comportamiento del sector donde estaría la influencia en los clientes externos en un futuro. El problema de algunas organizaciones es que implementan tácticas estratégicas reactivas; es decir, que su nivel de proyección no contemplaba ciertos fenómenos o algunas tendencias que ocurren dentro y fuera del mercado, por ende, la transformación o cambio en sus objetivos debe ser inmediata y radical. 

La MEGA debe exhibir en su diseño las ventajas que tiene la compañía frente a la competencia o el valor diferenciador que esta le genera a la comunidad; es más, debe concientizar a los participantes de que su rol, actividades y metas van dirigidas al cumplimiento de la meta ganadora. En ella se establecen algunas condiciones como ser alcanzable en el tiempo, enfocada y motivadora para los colaboradores, ambiciosa y, por último, encontrarse articulada a la ideología o filosofía organizacional. Según un Blog Web este elemento está constituido por
tres partes esenciales ‘objetivo audaz, definición del entorno y horizonte de tiempo’ (Com, 2015) .

En síntesis, la meta ganadora audaz puede ser un recurso empresarial que destaque todas aquellas fortalezas que posee la organización; para conseguirlo se deben recurrir a métodos adecuados que evalúen el nivel de compromiso de los trabajadores/as; uno de ellos es la prueba Assessment que identifica las habilidades y competencias de las personas para una labor específica. La MEGA representa un ideal colectivo que muestra la importancia de la labor de los colaboradores y la motivación de los mismos, por ello exige una ideología clara, orientada a los procesos, al resultado y alcance de metas concretas en la cual el participante relacione su actividad a ella. Más que un lema, es una visión cuantitativa; una vez es alcanzada se reevalúa y se reinventa para que los retos sigan generando valores agregados tanto a nivel humano como a nivel corporativo, recordemos lo que bien dijo Jim Collins; una figura relevante en el mundo de los negocios: ‘Una gran visión sin grandes personas es irrelevante’.

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