MUJERES NEGRAS: DAR FORMA A LA TEORÍA FEMINISTA DE BELL HOOKS

Las Mujeres negras: dar forma a la teoría feminista, escrito en 1984 por Bell hooks, hace una crítica a lo que se planteaba en el feminismo en Estados Unidos en la década de los XX, que manifestaba una universalidad de las condiciones de opresión sexista que enfrentan “todas” las mujeres estadounidenses de la época, sin embargo, solamente hace alusión a las mujeres blancas de una clase social media-alta, que están casadas y que cuentan con una educación universitaria, dedicadas al hogar y a sus hijos, sin considerar también a aquellas mujeres que de manera más directa eran víctimas de dicha opresión, como la mujeres negras y de otras clase sociales, esto era el reflejó de unos prejuicios de clase y de raza. Este feminismo no analizó si la realidad en la que vivían las mujeres se adecuada verdaderamente a las mujeres como colectivo. Bell hooks menciona que estar oprimida no es el término apropiado para referirse a esa lucha colectiva contra el sexismo como bien se referían las mujeres blancas feministas, ya que esta hace referencia a la ausencia de elecciones, sin embargo, varias mujeres tenían la posibilidad de elegir, los términos apropiados que definen lo que vivían las mujeres como colectivo era explotación y discriminación, ya que por ejemplo, algunas mujeres no consideraban que el sexismo se diera por falta de elecciones, sino que sufrían discriminación por su sexo.

Las mujeres negras no se veían representadas por las mujeres blancas feministas, no veían nada liberador en su discurso de opresión. Sin embargo, las mujeres blancas feministas consideraban que, a partir de ellas, las mujeres negras se dieron cuenta de la existencia de la opresión sexista, y no fue así, esa conciencia feminista por parte de las mujeres negras se dio a partir de las circunstancias sociales, de aquellas experiencias que vivenciaban situaciones de opresión.

De esta manera, se puede afirmar que las mujeres negras tienen un papel fundamental para la formación de la teoría feminista, cuyos aportes son importantes y únicos, en el que deben reconocer que tiene una ventaja especial sobre su marginalidad para hacer críticas a la superioridad sexista, racista y clasista; y no es meramente por criticar sino para enriquecer la teoría y las prácticas feministas liberadoras. Así mismo, podría decirse que la indiferencia era un denominador entre las mujeres blancas feministas, ya que no querían reconocer y darle la importancia a los aportes y críticas que podían hacer las mujeres negras a partir de sus circunstancias sociales y culturales, para enriquecer de esta manera las teorías y prácticas feministas. Es así, que ha sido un proceso de aprendizaje dentro de los movimientos feministas y de mujeres reconocer las perspectivas y aportes de las diferentes mujeres en la construcción de la historia del feminismo.

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